Domingo 11 de julio de 2010

  
  "La educación debe ayudar a entender el mundo"

  

"La escuela constituye un pequeño modelo de ciudad en el cual es posible ensayar procesos y soluciones. Vivir experiencias que tienen un extraordinario valor educativo para hacer la ciudad más sustentable, empezando por su entorno más inmediato que es, precisamente, la escuela", sostiene Hilda Weissmann, consultora internacional especializada en educación ambiental.

Weissmann es argentina, licenciada en Ciencias de la Educación en la Universidad de Buenos Aires, pero desde hace años vive en Barcelona, donde es cofundadora y coordinadora del programa Agenda 21 Escolar, del municipio barcelonés, creado para comprometer a todos los habitantes e instituciones de la ciudad en la búsqueda de un desarrollo sustentable. Una parte fundamental del programa consiste en resolver eficientemente los problemas inmediatos sin por eso tener que comprometer el futuro.

Días atrás, Weissmann estuvo en Buenos Aires participando en el Tercer Encuentro Internacional de Educación Infantil presentado por el comité argentino de la Organización Mundial para la Educación Preescolar (OMEP). En su exposición, Cuando las escuelas se comprometen con el futuro, desarrolló las claves del programa Agenda 21 Escolar.

"Para cumplir con las metas del programa Agenda 21 Escolar es necesaria una educación que tenga como objetivos comprender y actuar, y no solamente comprender y admitir. Una educación que potencie la participación, la responsabilidad personal y colectiva, la autonomía, la comunicación, el trabajo cooperativo", apunta la educadora.

El programa cumplirá pronto 10 años, con la participación de más de 300 centros escolares, desde jardines maternales hasta escuelas para adultos. "Esto significa algo más del 40% de los establecimientos educativos que hay en la ciudad. Pero lo más sorprendente no es el número, sino la calidad de los participantes al enrolarse en una apuesta pensando en el futuro y, sobre todo, actuando para el futuro."

?¿Qué tiene que hacer una escuela para formar parte del programa Agenda 21 Escolar?

?Adherirse al programa, lo que supone presentar un proyecto anual, que incluya la cantidad de participantes, objetivos y acciones por realizar, y los recursos que se necesitarán para llevarlo a cabo.

?¿Puede dar algunos ejemplos ya concretados de esos proyectos?

?Una buena cantidad de escuelas incorpora huertas escolares en las que suelen colaborar abuelos. Son huertas que apuntan a mejorar la alimentación, transformando poco a poco la calidad y el origen de los alimentos. Hay otras escuelas que transforman fríos patios grises y hormigonados en pequeños oasis, llenos de vegetación y jardines que los propios alumnos diseñan. Con ayuda de los adultos, plantan y cuidan, pero sobre todo disfrutan de la tarea y los resultados. Hay incluso proyectos para el ahorro energético del agua y para revisar y corregir modelos de consumo.

?¿Dificultades?

Una de las dificultades, con buena parte del profesorado, es lo que entienden por ambiental. Para la Agenda 21 Escolar la educación debe ayudar a entender el mundo en el que vivimos para poder encarar la complejidad de sus problemas y construir democráticamente soluciones bien informadas. El gran cambio para las escuelas radica en incorporar la idea de que el objetivo no se limita a cambiar hábitos (ahorrar energía o agua), sino a capacitar al alumnado para el análisis crítico del entorno y el diseño, y desarrollo de acciones alternativas. Encontrar mecanismos efectivos para facilitar este clic sigue siendo un reto.

?¿Algún otro aspecto controvertido del programa?

?La participación del alumnado, que muchas veces es entendida solamente como sinónimo de acción. En la Agenda reforzamos la idea de que la escuela tiene que desarrollar habilidades para la toma de decisiones, el trabajo en equipo y premiar la cooperación. Así se trabaja para conseguir una escuela más democrática, que invite a todos a participar, que anime el liderazgo y reconozca el valor de la implicación de todos y cada uno. También así se logra una escuela abierta a su entorno, capaz de trabajar en redes de aprendizaje y acción.

?¿Cómo es la respuesta de las escuelas?

?Aquí no se trata de obligar. Las escuelas deben sentir que quieren implicarse voluntariamente en un programa de revisión y cambio. Es una manera más de estimular la autonomía de los centros escolares. Por supuesto que, desde el equipo coordinador, las escuelas de la Agenda 21 Escolar reciben mucha ayuda, no las dejamos solas.

?¿Qué reciben?

?El aporte más importante es que Barcelona ofrece a sus miembros y, obviamente, a las escuelas un modelo de gestión cada vez más respetuoso del medio ambiente. Este hecho crea confianza y credibilidad. Un contexto gestionado con criterios de sustentabilidad se transforma en sí mismo en un contexto que educa. Las ciudades que esperan de sus ciudadanos un comportamiento pro ambiental deben comenzar por dar el ejemplo.

?¿Hay otros aportes?

?En cuanto a los otros beneficios, las escuelas que forman parte de la red Agenda 21 Escolar tienen una oferta de formación permanente para directores, profesorado o personal no docente. Reciben material ?tanto pedagógico como recursos? para poder concretar sus programas, la posibilidad de hacer consultas online, telefónicas o personales durante 10 horas diarias, solicitar asesoramiento técnico o pedagógico en la propia escuela. También, una pequeña ayuda económica para desarrollar su agenda. Y, como destacaba anteriormente, la posibilidad de coordinar y recibir ayuda desde otras áreas de gestión municipal en temas de energía, agua, residuos, calidad ambiental, contaminación acústica, etcétera.


 

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